Alicia R. Ramírez
Una joven campeona de judo, para cumplir su ilusión de estar en una jornada internacional de
esa práctica deportiva, próxima a celebrarse en Canadá, ha tenido que vender con su mamá
comida, realizar rifas, juntar pet, todo con la finalidad de juntar ciento diez mil pesos para costear
su boleto de avión, hoteles, restaurants en la sede mencionada.
Esa chamaca de 19 años, es de Chiapas, y las autoridades deportivas de esa entidad solamente le
han resuelto pagar su recorrido hasta la Ciudad de México, esperando que la Comisión Nacional
del Deporte (CONADE), le haga justicia a esa promesa deportiva, que desea hacer un buen papel
en Canadá, para tener la posibilidad de estar como nuestra representante en los próximos juegos
olímpicos. Es increíble que las autoridades chiapanecas hayan decidido un apoyo, que realmente
no lo es, pues su gobernador, tan sólo en publicidad nacional, para difundir la inauguración de una
calle pavimentada, de a la televisión comercial cada semana miles de pesos.
Para ella no hay dinero, pero que tal el que se les da a quienes integran la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN), quienes por llevarle la contreras a Obrador, ordenan la liberación de
personas que se les ha detenido llevando por ejemplo, 600 kilos de cocaína. Oh dar tan sólo doce
años de cárcel para una persona que confiesa haber participado en la matanza contra integrantes
de la familia Le Barón, donde son asesinadas, mujeres y niños, quienes después de ser
ametrallados sus autos son incendiados.
Peor aún, los casos de los 43 normalistas desaparecidos; la muerte por el fuego de 49 niños en la
guardería ABC de Sonora, no tienen ni para cuando ser resueltas, atendidas con justicia, por tener
ministros que no oyen, observan o saben. Para la joven judoka no hay lana, pero para los
honorables ministros existen algunas de las siguientes cosas: Sueldos mensuales de 297 mil pesos.
Aguinaldo de 586 mil pesos. Un fondo para comer en restaurants de lujo por 723 mil pesos
anuales. Dos vehículos blindados tipo suburban que se renuevan cada dos años, con un costo de
seis millones de pesos. Seguro de gastos médicos para ministros y su familia nuclear por 30
millones de pesos. Disponen de 188 mil pesos al año para compra de medicinas. Pago por muerte
un millón de pesos. Internet en su casa pagado por la SCJN. Pensión vitalicia con casi la totalidad
de su sueldo. Y hasta el cansancio se ha dicho, como ministros prefieren amparar a empresarios
extranjeros perjudicando a la nación, como acaba de ser el caso de “no tocar” a las empresas
mineras canadienses y norteamericanas.