Fidel Rodríguez Ramos
Desde el 2018, ese fue el costo de haber corrido al PRI por segunda vez del escenario político, se vuelve a recrudecer la violencia que se calma unos cuantos días después de las elecciones, pues ahora los mexicanos conocen la llamada violencia política, que es aprovechada por decenas de grupos dedicados al cometido de muchos delitos.
A partir de ese año, chocan los llamados poderes judicial y legislativo, los jueces, senadores, diputados empiezan un serio enfrentamiento con quien tiene en sus manos el poder ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, que representa la voluntad, apoyo de treinta millones de personas.
Lo anterior no importa al poder judicial, a quienes despachan en las fiscalías, Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues a pesar de tener serios reportes, pruebas de gentes que portaban cientos de kilos de cocaína, quienes secuestraban, extorsionaban, robaban o cometían feminicidios por órdenes de jueces, ministros quedaban libres.
Igual procedieron los del poder legislativo, diputados locales y federales, los senadores del Frente Amplio “por” México, se pusieron en huelga para no tratar ningún asunto en los congresos locales y de la Unión. Si actuaban, era para apoyar con quienes dañaban a México, empresarios españoles, italianos, norteamericanos, para organizar grupos que irían a EUA, a Europa para denunciar la catástrofe, la agresión desmedida hacia la democracia por parte de Obrador.
Ese enfrentamiento se agudiza cuando los gobernadores de Michoacán, Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco por la libre, sin haber consultado a quienes supuestamente representan y cuidan de sus intereses, se declaran en rebeldía contra el gobierno federal, asegurando que para combatir el Covid-19 no requerían de los oficios de Obrador, pues ellos por su propia cuenta conseguiría los anhelados antídotos salvadores.
Esa violencia la están aprovechando muchos intereses, ya se decía en Reflejo de Michoacán la violencia conforme se vayan acercando las elecciones presidenciales, el terror se irá agudizando. En el Estado de México los conductores del servicio público, de no recibir una respuesta favorable a sus demandas el lunes 7 de agosto organizaran un grupo de autodefensas para combatir a quienes los extorsionan, roban y matan, el colmo, se cree que en esos grupos agresivos hay colombianos.
En Uruapan el dos de agosto no se abrieron muchas tortillerías, dos carniceros han sufrido la pérdida de su vida. La violencia en todo su esplendor en Apatzingán. El mundo al revés los policías matando en Zacualtipán, Hidalgo a una persona de 60 años por el gran “delito” de andar borracho. La gente de ese municipio no aguantó más tanta agresión, pues incendiaron una patrulla, acudieron a la casa del presidente municipal para quemarle su auto, sacar sus bienes a la calle.
Tanta violencia ha desatado cosas increíbles, en Cheranatzicurin, un can aparentemente produce la muerte a su dueño. En el país, las corcholatas, Xóchitl, Beatriz Paredes, Santiago Creel, ¡Silvano Aureoles!, andan en campaña para llegar al puesto que dejará Obrador, sólo que hay un pequeño detalle, nadie les ha dicho que todavía “no es tiempo electoral”, seguramente ellos también ya perdieron la brújula pues lo que realmente interesa a la gente es cuidar su integridad física.