Fidel Rodríguez Ramos
Desde pequeño uno va conociendo a dos tipos de personas, las de la derecha que justifican la realidad que nos toca vivir, esa fue nuestra suerte y debemos conformarnos con ello, pensar o sentir lo contrario significa ir contra lo que es natural, sagrado, lo acostumbrado que tiene una larga base de tiempo.
El término derecha tiene su origen en Francia, donde la gente creía que los reyes eran representantes del cielo en la Tierra, los monarcas por tener ese atributo de estar como embajadores de lo divino, no podían equivocarse o pensar en realizar el mal a sus semejantes, por eso eran obedecidas sus órdenes por más absurdas que pudieran ser.
Cuando llegaron los españoles en 1519 a conquistarnos, dijeron que nosotros no teníamos alma, y por ello nos consideraban en un nivel comparable al de los animales. Y además no teníamos razón, no sabíamos distinguir entre el bien y el mal, en el mejor de los casos éramos unos niños a quienes se debería enseñar a todo, hasta vestir porque andábamos desnudos enseñando nuestras vergüenzas.
Y como ignorantes, no sabíamos lo que era el oro, la plata, tan tontos nos consideraban que se asombraron el ver como en una ciudad americana en el Sur, las casas se cubrían con planchas de lo que creían eran las lágrimas del Sol. Además, firmemente creían que adorábamos al mismo demonio. Estas fueron las mejores razones para robarnos y eliminarnos sin sentir ningún remordimiento.
Conocí a las personas de la derecha, desde muy joven, a través de la literatura pues en una obra se escribe un diálogo entre unas niñas de colegio privado. “¿Dónde vas?, pregunta una y la otra le contesta: ¡A ver a Juárez!. Pero si vas al baño..”. Eso me motiva, a saber un poco de Benito Juárez quien con el apoyo del pueblo quita a la jerarquía, alta dirigencia de la iglesia católica el control que tenían del registro civil, los cementerios y la educación.
Lo anterior no lo han podido perdonar las gentes de la derecha por eso hoy están con Xóchitl Gálvez quien sufre, tras recordar, pues tontamente –según ella- confiesa su aceptación para las gentes que tienen otros tipos de inclinación o preferencia sexual, de las mujeres que aceptan unirse a otras féminas pues eso va “contra” lo natural, contra lo que nos recomendaron los representantes del cielo en la Tierra. En Rusia, los mandatarios, como costumbre centenaria, gustaban besar a sus iguales de otras naciones asiáticas.
A las gentes de la derecha, desde hace siglos les sigue gustando robar, como al mexicano José Ángel Gurría, quien será el encargado de hacer el proyecto de nación que funcione con Xóchitl Gálvez en el 2024. Gurría a los 43 años se “jubila” en Nacional Financiera (NAFIN), recibe hoy, mes a mes 124 mil pesos. Con sus buenos modales, ruega a NAFIN tenga a bien le pague una maestría en desarrollo económico en Inglaterra, con sus valiosos conocimientos proyecta el FOBAPROA, el apoyo a los banqueros y empresas trasnacionales que operan en México, tras haber fracasado en sus negocios, a ellos con el permiso de Felipe Calderón, Santiago Creel, Ernesto Zedillo, aceptan darles tres billones de pesos como apoyo para que salgan del hoyo del fracaso. Gurría propone cuando dirige la Organización de Comercio y Desarrollo Económico (OCDE), que la educación ya no debería ser gratuita, pagada solamente por el Estado, sino también por empresarios, padres de familia, gobernadores, presidentes municipales y, además de que los maestros deberían rendir cuenta de su desempeño regularmente.