María Lupita R. Rosas
Necesitamos hablar, opinar todos, sobre lo que está ocurriendo en nuestro país, porque esto de alguna manera nos va a beneficiar o afectar. Es claro que no tenemos los argumentos necesarios, conocimiento, profesionalismo para descifrar muchas cosas, pero recordemos, fueron los humillados, los indígenas, los jornaleros, los pobres, gentes que no sabían leer ni escribir quienes iniciaron las grandes transformaciones de 1810 y 1910, grandes hechos que formaron ésta patria.
Por amargas experiencias, por ejemplo, sabemos lo que son los principales partidos políticos, sus verdaderas intenciones. Lo que verdaderamente se hace para tratar de salvar nuestros ríos contaminados, detener el arrasamiento de los bosques. Aquí en San Luis Potosí ¿quién puede estar de acuerdo con el actuar de la industria minera, si gracias a ella desaparece el Cerro de San Pedro que estaba en el escudo de la entidad?.
Con las amigas y amigos nos reunimos regularmente, hablamos sobre como vemos las cosas para las presidenciales del 2024, ahora que ya están definidas las aspirantas: Claudia Sheimbaum y Xóchitl Gálvez. Hay una importante fuerza social, aglutinada en la llamada izquierda, gente que ha tenido la oportunidad de estudiar, prepararse profesionalmente, viajar, tener comodidades, buenos empleos, sin embargo, no ha podido organizarse, quizás por sentir que no vale la pena de hacerlo por no haber todavía, un serio proyecto que nos conduzca a una realidad diferente al sistema, modo de vida que conocemos, la izquierda, pacientemente espera ver el paso funerario del capitalismo por sus puertas. Con ello decimos que muchos de ese sector se abstendrán de participar.
Por otro lado, hay la capa media, también preparada, qué con grandes sacrificios, estudios, empeño goza de una vida cómoda. Millones de integrantes de ese apartado social, comerciantes, empresarios medianos, trabajadores de instituciones públicas, profesionistas se inclinarán por Xóchitl Gálvez. Junto a ella se encuentra la élite, la gran clase empresarial, los dueños de los grandes medios de difusión, transporte, comunicación, hospitales de lujo, hoteles. De más sería preguntarnos por quien votaran.
Hoy existe, algo así como un empate entre Morena y el Frente Amplio Opositor (PRI-PAN-PRD), debemos mencionar que el desenlace, el “gane”, lo dará una inmensa cantidad de personas humildes, despreciadas, acusadas de estar, porque quieren con bajos salarios, atrasadas, sin aspiraciones, de no “echarle ganas”, de no tener el chip para ingresar a alguna universidad, a través de un concurso, para salir adelante. A pesar de ello, los partidos les tienen mucho temor, se acercan a ella, llevándoles siempre algún regalito, despensas, dinero porque saben que de otra manera no lograran tener presencia alguna. En Veracruz, los priistas, para promover a Peña Nieto, llegan al extremo de dar a la gente de pueblos y comunidades, celulares, tarjetas telefónicas, refrigeradores.