Adén Castro

   Se debe reconocer como después de la matanza de estudiantes en 1968, en pleno corazón del país, el entonces presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz, reconoce públicamente su real y plena responsabilidad.

  Su sucesor Luis Echeverría Álvarez, no actúa de la misma manera, poniendo un mal ejemplo a todos los gobernantes, pues desde la masacre del Diez de Junio, de 1971 también de estudiantes, nadie ha asumido el tener la más mínima participación en hechos condenables. Así en las presidencias municipales, gubernaturas y Presidencia nadie despacha, todo estaba en el abandono, había graves sucesos de los que nadie se hacía responsable, sucesos que nos manchaban a todos los habitantes.

  De lo anterior, hoy ni en mil páginas sería posible anotarlos, pues cada día se cometen serios golpes que afectan a la sociedad. En el año 2000, se descubre que un miembro del PRI, un senador, hace posible que el sindicato de PEMEX destine, ilegalmente, 500 millones de pesos para la campaña del también priista Francisco Labastida (llamado “La vestida”) por Vicente Fox, que deseaba ganar la Presidencia de la República.

  El fraude se comprueba plenamente, pero se reúnen todos los diputados del PT, PRI, PAN, Verde Ecologista, Convergencia y en un pleno votan para que al autor: ¡no se le haga nada!. Entre quienes deciden ese atropello a las sacrosantas leyes, estuvo Margarita Esther Zavala Gómez del Campo (esposa de Calderón).

   En el 2008 en Morelia, Michoacán se lanzan granadas a los asistentes de la celebración del 15 de septiembre, hubo siete fallecidos, más de cien heridos y nadie es detenido por los hechos, el entonces gobernador hoy sigue gozando de las mieles del poder, cero responsabilidad, esperando ver que le toca en el caso de que gane Sheimbaum. Al parecer en el 2011 no había mandatario en Guerrero, pues las fuerzas policiacas con rifles de alto poder asesinan a dos estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. En Hermosillo, Sonora mueren en un no aclarado incendio 49 niños en una guardería que se encontraba a cargo de una prima de Margarita Zavala, se hace un mal remedo de juicio donde al final nadie tiene responsabilidad.

  En Guerrero, en el 2014 “desaparecen” 43 normalistas, igual, nadie gobernaba en los tres niveles. Nadie es declarado autor de los hechos. Para sorpresa de todos, quien era gobernador en ese año, ¡hoy es “periodista” del diario Milenio!. En Michoacán se colocan en una pared varias personas que son fusiladas, nadie es declarado culpable y, lo peor los cuerpos se desvanecen, nadie sabe que fin tuvieron. La lección es clara a mayor robo contra la nación, mayor impunidad o falta de castigo, Calderón tiene la osadía de robarse la Presidencia en el 2006 con la complicidad del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), que después se convierte en INE (el de “no se toca”). Hoy ese expresidente alcohólico, es cuidado por un enjambre de agentes que pagamos todos, tiene derecho a ser atendido, con grandes descuentos, en hospitales militares, y cuando termina su nefasto gobierno, estuvo recibiendo un salario mensual de 200 mil pesos; su esposa actualmente es diputada federal, gracias a que el PAN le regala ese cargo; aun así, ella y Calderón desean hacer ¡otro partido político!, porque los actuales, según ellos, no sirven.

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