Fidel Rodríguez Ramos

       Después de la Revolución de 1910, fue posible tener un gobierno, que atiende las necesidades más importantes de la población, esto a partir de 1982 se considera como algo absurdo, imposible de seguir cumpliendo, pues de continuar en esa línea jamás se vería un pleno desarrollo.

  El Estado a partir de los ochenta del siglo pasado, empieza a considerar la idea del PAN, su proyecto de empezar a ver en el gobierno la posibilidad de realizar grandes negocios, como en la industria de la energía eléctrica, donde los particulares deberían tener la posibilidad de “ayudar” a brindar una creciente urgencia de dar servicio a la industria, minería, comercio y millones de hogares. Inteligentemente esa propuesta la hace suya Salinas de Gortari, de 1988 en adelante todo sería ya no gobernar sino aprovechar la dirección en los tres niveles de administración, para entregar el alumbrado público, el servicio de agua potable, la vigilancia en bancos, condominios, oficinas a la iniciativa privada. Todos hoy vemos como natural que haya conserjería privada, servicios médicos privados, compañías de retiro, jubilación privadas.

   Todo en el gobierno se ve como un negocio, el proyecto de un faraónico aeropuerto se entrega a particulares. Algo jamás imaginado, se permite la entrada a la industria del petróleo a compañías mexicanas y extranjeras. Las cárceles, los hospitales, guarderías, la educación se ven como la posibilidad de allegarse de grandes ganancias. La Constitución, las leyes se ven como un simple adorno pues por ejemplo se dan permisos particulares para que Inglaterra, China empiecen a considerar la idea de explotar el litio en Sonora.

   En Michoacán, el Congreso Local, los diputados aprueban desde el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel que la educación sólo se brindaría atendiendo a los recursos disponibles. Desde el año mencionado los niveles de gobierno, ya no promueven el desarrollo, sólo la posibilidad de dar a particulares la posibilidad lograr ganancias, construyendo autopistas, hospitales, escuelas. El gobierno federal deja fuera de sus manos a la minería, el servicio ferroviario. La salud se ve como una obra de compasión, caridad a través del Teletón. Sólo así se entiende el enorme éxito del doctor, simpático, gordito en todo el país.

   Tanta privatización deja al gobierno sin recursos, por eso nuestro Congreso de la Unión, aprueba una reforma educativa, energética. Un lesivo tratado comercial internacional con EUA  y Canadá. Se reniega de la cancelación de la escuela de tiempo completo, de una atención médica popular, de la desaparición de instituciones, recortes presupuestarios, pero jamás los denunciantes nos dicen que México es un gran exportador de exorbitantes cantidades de dinero, a causa de una criminal deuda externa. Sobrevivimos gracias a las remesas de nuestros hermanos en EUA, a los impuestos que pagan los hogares humildes, pero que evaden los poderosos, como el dueño de Elektra. Grave que el actual presidente reconozca ya la anterior realidad pues ha mencionado la posibilidad de que particulares le entren a la refinería Olmeca. Ese fue el gran legado, herencia que nos deja el PRI y PAN que tienen muchas y reales posibilidades de alzarse con el triunfo en el 2024, para poder terminar con lo que dejaron pendiente.

Compartir: