Fidel Rodríguez Ramos

    Uno de los más buscados es el Judicial, desde hace muchas décadas, el que se encarga de dar a cada quien lo que le corresponde, de castigar las ofensas, daños, ataques a los demás, el que vigila que nada se nos arrebate, como el agua, ese gran poder tiene su gran sede, se encuentra en la Ciudad de México y se conoce como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde los encargados de impartirla ganan cada mes setecientos mil pesos, dando con ello un pésimo ejemplo de la injusticia que hay en México en cuanto a la gran diferencia de salarios existentes en la población. ¿Cuánto ganará alguien que vende donas, bon ice, churros en la calle?. Los que se encuentran en los cruceros, haciendo malabares, quienes en los portales esperan una moneda cantando.

  La justicia, todos lo sabemos, se encuentra derrotada frente a la injusticia, que vemos por todas partes. Hoy se tratan de restar privilegios a esa Suprema Corte, a los ministros que portan una toga de seda valuada en seiscientos mil pesos, los privilegios se encuentran en los llamados fideicomisos, seguros, alcancías, cajita de ahorros para disfrutar de muchas cosas, como una buena atención médica pues los ministros ni de chiste van al ISSSTE o a las farmacias y similares. Esas cajas de ahorro, se forman con lo que les sobra, con lo que no alcanzan a gastar en el año de lo que se les da. Los cochinitos que se desea eliminar son más de diez.

  Lo peor es de que nada se le quitará a la SCJN, pues quienes integran ese espacio privilegiado son un fruto del PAN, PRI, PRD, PT, PVEM, Morena, Movimiento Ciudadano, pues ellos son los que hacen posible que en la Corte estén los recomendados de Salinas de Gortari, Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Obrador. Al pueblo, como debe de ser, ni en cuenta se le toma, pues desde hace quinientos años está para obedecer y no discutir los altos asuntos de gobierno.  

   Los ministros, al presidente de la Corte después del 2024, los nombraran quienes ganen las elecciones presidenciales, las gubernaturas y alcaldías, por eso los partidos andan desesperados, tratando de obtener la victoria en las anheladas diputaciones federales y senadurías, pues el Congreso de la Unión, faltaba más, son los que dan el “visto bueno” a quienes lucran, dañan a la nación desde el espacio privilegiado que protege, ampara a los que más se distingan en amolarnos a todos. Nomás de adorno esta la SCJN, pues si funcionara ya desde cuando “hubiera” arreglado las huelgas mineras ¡que han cumplido ya 16 años!, en Sonora, Zacatecas y Guerrero. Sólo con decisión se pueden enfrentar los caprichos de esos falsos justicieros.

   Capricho fue dar a Nacho del Valle, quien se opone a Vicente Fox en su intento de quitar tierras a San Salvador Atenco, Estado de México, un castigo de más de cien años de prisión. No permitimos esa afrenta, con casas de campaña, tiendas nos colocamos enfrente de la SCJN, sale un ministro a quien le dijimos: “No nos vamos, hasta que liberen a Ignacio del Valle”. Ahí nos quedamos y, nos retiramos cuando reconocen su despiadada injusticia”.

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