Fidel Rodríguez Ramos
Si antes teníamos una amplia vastedad de recursos naturales, lo más que se necesitaba, era crear carreras en nuestras escuelas superiores, acordes con la necesidad de estudiarlos, saber su origen, desarrollo y lo que pudiera generar su destrucción. Hoy se carga al gobierno federal toda la responsabilidad de lo que acaba de ocurrir en Acapulco, sin denunciar también la forma en que se está tratando los inmensos litorales del Pacífico y Atlántico.
Uno se queda impresionado cuando en Acapulco, Veracruz observa grandes tubos de drenaje colocados frente al mar, que dan paso a las aguas negras, aceites y todo lo imaginable de desechos materiales. Eso ni de lejos lo asociamos con el paso del huracán Otis, es más muchos ni siquiera lo sabíamos identificar por su nombre, ese fenómeno, se nos dice, cuando se repita será más intenso, devastador, mortal. Probar un poquito de lo que son los huracanes, lo sentimos en Jalapa, es increíble el ulular del viento, la lluvia. Increíblemente esa fuerza tumba trailers, autobuses, hace volar los tejados.
Claro que los huracanes son mortales y, con lo poquito que uno sabe de los corales, entendimos que éstos eran la mejor protección en las costas que año con año sufren por esos remolinos, pero se nos ha ocultado que los arrecifes, verdaderas selvas marinas, poco a poco se han ido destruyendo, seres que tardan miles de años en crecer mueren a causa del calentamiento global, las aguas del Caribe registran preocupante temperatura. Pero eso ni de lejos preocupa a los millones de turistas extranjeros que lo primero que realizan es ponerse bronceadores, aceites protectores contra el Sol ignorando que esas substancias acaban con los corales y arrecifes, los ponen de color blanco antes de que mueran.
Pero eso se replica en todos los mares del mundo, además por si fuera poco muchos barcos sin desearlo, por accidentes en sus maniobras chocan contra ellos. Nada nos dice el derrame de millones, también accidentalmente, de barriles de petróleo. Hoy en la guerra de Ucrania frente a Rusia, se tiene el desatino de hacer volar intencionalmente una parte de un gasoducto marino, que surte a Europa desde la antigua patria de los zares rusos.
Verdadero paraíso es el Caribe, lujosos hoteles han construido consorcios españoles, italianos, norteamericanos, miles de cuartos esperan todo el año a turistas de todo el planeta. Uno dice que bonitos edificios, pero no sabe que cuando se construyen cercas del mar, intencionalmente se destruyen los llamados manglares donde ricamente se reproducen los camarones, ostiones, peces; además de eso son, eran, la más fuerte protección contra los huracanes, pero que nos importa, no a nosotros sino a los empresarios extranjeros, pues su único interés son las estratosféricas ganancias que han obtenido gracias a los expresidentes Echeverría, López Portillo, Vicente Fox, Salinas que no desaprovecharon su paso por el gobierno para hacer posible grandes negocios en Acapulco, Oaxaca, Baja California, Colima, Quintana Roo. Los extranjeros fueron los jefes, nosotros los maleteros, afanadores, bar man´s, meseros y choferes.
Absurda, grotescas, ignorantes son las voces de los panistas, priistas que achacan la destrucción de Acapulco a un gobierno que lleva cinco años, cuando ellos durante más de setenta años, permitieron el envenenamiento, destrucción, arrasamiento de bosques, selvas, manantiales, ríos, playas, lagos, esto ¿quién puede decirnos que no es cierto?.