María Lupita R. Rosas
Nada nos conmueve, dañamos, sin ningún sentido a todo lo que nos rodea, en menos de
cincuenta años, estamos haciendo lo que no se hace en siglos, y claro también la naturaleza debe
responder para defenderse, hoy lo acabamos de observar en Acapulco, cuando el huracán OTIS
destruye en poco tiempo, como nunca, todo lo que encuentra a su paso, en cuatro horas alcanza
el nivel 5, lo máximo que registran esos fenómenos naturales que suceden cada año.
Antes los sistemas montañosos atenuaban los huracanes, pero de un poco tiempo para acá eso
ya no sucede, pues los remolinos son más furiosos, fue impresionante ver los daños de Catrina en
Estados Unidos. La naturaleza es como nosotros y también merece respeto, pero a muchos eso no
les importa la continúan agrediendo, y todos de alguna manera seguimos ese letal ejemplo,
usando, por ejemplo, para todas las cosas plásticos, unicel. Vemos como basureros los ríos, los
lagos y mares, se asegura que en el 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos.
Lo anterior a muchos no les quita el sueño, es más ni siquiera lo creen, como quien aspira a ser
gobernante de Argentina, Milei que al igual que Trump asegura que son patrañas, mentiras “fake
news”. Nada nos conmueve, los glaciares que antes veíamos desde la carretera camino a Veracruz,
la mujer dormida, el Ixtaccihuátl pronto quedaran como simple y bello recuerdo, pues éstos se
están derritiendo cada vez más, eso lo empiezan a resentir quienes viven en las faldas de los
volcanes emblemáticos de México, poca agua escurre.
La humanidad no cree que en una cantidad mínima de años, también los polos serán un amoroso
recuerdo, se esfumaran debido al alza de temperatura que ya se registra en el Ártico y Antártida;
ni el notable esfuerzo, llamada de atención, de una adolescente, hoy ya señorita, sueca nos hizo
reflexionar a muchos en el sentido que deberíamos de poner atención en la devastación
destrucción inmisericorde de fauna y flora en todo el planeta, Greta Thunberg es un valiente
ejemplo de interés por esta casa única, hasta hoy en el Universo, donde sólo hay testimonio de
vida humana, un milagro que no valoramos plenamente, a pesar de que nos dice que está cada vez
más en peligro debido a la contaminación creciente que hará surgir nuevas epidemias, más
peligrosas que el Covid-19.