Fidel Rodríguez Ramos
Ernesto Zedillo Ponce de León, llega a ocupar la presidencia en 1994, promovido por el PRI, gracias a la nunca aclarada muerte, asesinato de Luis Donaldo Colosio en Tijuana, nos llama la atención un ambiente tenso que se vive en Pátzcuaro, cuando realiza un acto de campaña en la Plaza Grande, se menciona que el magnicidio se iba a realizar en este sitio.
Zedillo para conmover a la gente en sus actos dice que debe desempeñarse, por su pobre origen como limpiabotas. Se le festeja que venía a Morelia para seguir su noviazgo, con su ahora esposa. Gracias a un clamor o exigencia nacional, se realizan elecciones creíbles, la confianza que se le otorga para llegar a la Presidencia no la responde con su desinterés, silencio para aclarar hechos sangrientos que hoy siguen sin aclararse, como la muerte de decenas de indígenas chiapanecos que bárbaramente fueron masacrados cuando de rodillas rezaban por la paz.
Por si no bastara con lo anterior permite que el ejército violentamente, por la mañana agreda a una escuela en la comunidad de El Charco, en el municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, causando la muerte de once campesinos, reunidos en un encuentro con estudiantes de la UNAM. A esa estela de muerte sigue la salvación de los banqueros, a ellos Zedillo ofrece dar dinero, no suyo sino de la sociedad, hasta el momento cada uno de nosotros les ha dado a quienes lucran con la necesidad de millones de empresarios, constructores, campesinos un billón de pesos. Si quisiéramos resolver una deuda injusta hoy con los banqueros, cada uno debería entregar ocho mil pesos.
No contento con ello, renta a un bajo precio, veinte mil kilómetros de vía férrea a empresarios de México y extranjeros, haciendo posible el recorrido de un tren desde Lázaro Cárdenas hasta Canadá, esas vías nos las regresan hasta el 2100. Como recompensa se llevan como chalán, garrotero a Estados Unidos, al expresidente los beneficiarios. Hoy Zedillo con Felipe Calderón declaran la “necesidad” de poner a un buen presidente o presidenta en el 2024 que no siga robando, engañando, masacrando, dividiendo a la sociedad, como lo hace Obrador, que inocentemente, según ellos, se ha dejado seducir por alguien que promete cosas que nunca se verán en la realidad, seguramente Zedillo agarra a Calderón curándose, quizás de una atroz resaca para decir tales disparates. Calderón se une al coro, ignorando, cómo cuando era presidente, desde Japón, ante la masacre de 15 jóvenes en las Villas de Salvarcar, en Ciudad Juárez la justifica, diciendo que seguramente fue porque: “andaban en algo”.