Adén Castro
En toda familia, siempre hay una especie de pararayos, un hombre o una mujer, ésta recibe toda
la energía negativa de los demás, es el que más siente los dolores que aquejan a su clan, el que
más sufre, el que no haya que hacer con su impotencia, le duele el mal comportamiento de
quienes, se supone son el principal pilar que da estabilidad.
A esos desafortunados, fácilmente se les puede ubicar, por su desánimo, tristeza, calma,
desinterés para hacer nuevas amistades, de participar de la alegría de los demás. Este cuadro se
presenta en todo el planeta. Quizás por eso, en uno de los países más poderosos del mundo, como
lo son los Estados Unidos de América, hay un inexplicable consumo de drogas.
Hay falsedad de las autoridades gringas, diciendo que nomás no puede parar la muerte, por
sobredosis, abuso del fentanilo por parte de millones de jóvenes, a muchos ello resulta mortal,
pues cada año, quizás sea falsa la cifra (pues deben de ser más), mueren sesenta mil chamacos.
Ante nuestros ojos terminan con su vida, sin que nos demos cuenta de la falta de amor, atención,
cariño, incomprensión que sufrieron.
No podemos mentir con algo tan delicado, pero quienes saben más de eso son los psicólogos,
muchos no deseamos consultarlos, a los psiquiatras para no denunciarnos, supuestamente de
estar “locos”. Un adolescente en esas condiciones busca una salida para expulsar ese tremendo
dolor, muchas veces lo hacen erróneamente, recurriendo a la mariguana, o a la droga socialmente
más tolerada: el alcohol. Otros, muy pocos buscan el alivio, sumándose a una causa
verdaderamente justa, como la adolescente Greta Thunberg, ella es el más claro ejemplo de una
conciencia mundial que sufre, debido al mucho daño, que le hacemos a nuestra casa que es el
planeta, en México, el mismo nos está pasando la factura, el cobro que se muestra en Acapulco,
con el huracán Otis, lo más terrible de seguir con el daño a selvas, mares, cielo, cosas como el Otis
volverán a estar presentes con más furia.
Greta es una de las conciencias mundiales, ella, con una minoría exige parar el señorío de la
muerte en Palestina, le preocupa la muerte en los hospitales de Gaza de cientos de niños, a causa
de los misiles israelíes. En México nadie sabe del dolor que han sufrido, desde el año pasado,
millones de jóvenes, quienes no tuvieron la oportunidad de ingresar a una universidad para ser
doctores, ingenieros, veterinarios, ingenieros ¿y cómo iban a ingresar, pasar un mañoso examen,
después de haber sufrido la PÉRDIDA de dos años escolares COMPLETOS?. Nadie, como era la
obligación de la SEP, de la UNAM, IPN se preocupó por aliviar esa peligrosa carencia, que arroja a
muchos a la delincuencia, al consumo de drogas. Por si fuera poco, un “profesional” de la
educación, se burla diciendo que no pasaron el examen, por no traer en la cabeza el necesario
chip. Lo que relato es fruto de la confianza de muchos chavos, uno, mientras absorbía thiner, en
una estopa, entre lágrimas me confía: Duermo en la calle, desde que no pase el examen en el Poly,
porque mi padre me dijo: “Si no pasas en la ESIME (Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y
Eléctrica) mejor ni vuelvas”.

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