Fidel Rodríguez Ramos
Quienes no aceptaron el juicio de las urnas en el 2018, condenan el que se recurra a lo pasado,
como supuesto pretexto para no hacer nada frente a delicados problemas, uno de ellos, la falta de
seguridad para todos, que se va acrecentando, al grado de provocar la huida a los EUA de 1992 a
1997 de dos millones de mexicanos.
Y efectivamente ya no se recurriría a ello, de no ser porque los conocidos partidos siguen
haciendo de las suyas, de una manera irremediable, al grado de que dos de ellos se pelearon
abiertamente por los puestos de gobierno en Coahuila, como en los tiempos de Elba Esther
Gordillo Morales, se reparten los mandos de los niveles educativos, las notarías, las
administraciones de renta.
Peor aún, mostraron que ni remotamente les interesa apoyar a Xóchitl Gálvez sino seguir
pegados a las ubres de un flaco erario, siendo diputados federales, locales o senadores. No servir,
desinteresadamente, a la nación los ha llevado siempre a mentir, como hoy lo hace Gálvez,
asegurando que no es panista, sabe que de decirlo perdería votos, prefiere decir que es candidata
del pueblo, independiente de los partidos que a diestra y siniestra nos han robado.
Obrador lleva a un personaje, de los tiempos de Salinas, a Segalmex, le da su confianza, y éste
vuelve a tolerar parte de lo que se practicaba en esa nefasta administración: el robo descarado. Le
brinda apoyo a un exdirigente nacional del PAN, lo hace senador, director del IMSS, igual apoya a
la periodista Lilly Téllez la hace diputada federal hoy esos personajes reniegan de Morena y se
declaran independientes, listos para ver a quien engañan nuevamente.
A muchos, aunque nos hallen con las manos en la masa, nos cuesta trabajo aceptar nuestros
errores, eso es lo que siempre han hecho quienes integran la llamada Coalición Fuerza y Corazón
por México. Quizás la gente los aceptaría si reconocieran el gigantesco daño que desde hace
décadas han hecho a todos y todas las gentes de México. Bastaría con que dijeran: “No lo
volvemos a hacer”, para que renaciera una perdida confianza, pero ello no está en sus principios,
apuestan al olvido.
Mucho ganarían diciendo que colaboraron con Salinas para entregar el puerto de Veracruz cien
años; de que por otro siglo también entregan el tren con Zedillo; de que dan las riquezas del
subsuelo 30, 50 años a mineros de Canadá y Norteamérica; de que pidieron a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN), protegiera a la empresa española Iberdrola (generadora de energía
eléctrica), para que no pagara nueve mil millones de pesos por concepto de multa por vender
energía, cosa que prohíbe la Constitución. De que aceptan el que ¡a perpetuidad!, extraigan los
americanos piedra caliza de Quintana Roo para construir autopistas en EUA.
Se dice que en la selva, hubo un gran incendio que arrasaba con todo, para cruzar un río y
salvarse, un alacrán pide a una tortuguita le lleve al otro lado, ésta acepta, pide se suba en su
caparazón, a poca distancia para llegar a tierra, el venenoso animal clava su aguijón para quitarle
vida, la tortuga llorando le dice: ¿Por qué lo hiciste?. Perdóname, dice el alacrán, pero es que ello
está dentro de mi naturaleza.

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