Fidel Rodríguez Ramos
Casi niñas indígenas, malabaristas jóvenes, cantantes de la tercera edad, gentes con capacidades
diferentes se encuentran diariamente en los cruceros, para pedir a los conductores de autos una
pequeña moneda, mientras todos observamos una verdadera orgia, un banquete, festín que se
dan unos cuantos usando para ello la palabra democracia, a nombre de ellas, los consejeros del
actual Instituto Nacional Electoral (INE), se auto dieron ya, un bono por la futura carga “excesiva”
de chamaba, dizque tendrán o tienen, según ellos, a partir de hoy, por lo pronto ya nos cargaron la
cuenta de más de 200 mil pesos, por concepto de comida, porque supuestamente, ni tiempo
tienen para ir a comer a sus casa.
Lo ya sabido, esa partida de sinvergüenzas, como el máximo representante del PRI en el
Congreso, como diputado federal pocas veces acude, para “laborar”, a la llamada, para más burla,
Casa del Pueblo, donde la señora Elba Esther Gordillo quien una vez fuera secretaria general del
PRI se manda hacer un jacussi. Como no hayan, de que forma llamar la atención, quien desea ser
presidenta del país, después de que termine Obrador su período, tiene la idea, la ocurrencia poco
seria de organizar también sus “mañaneras”, aunque éstas sean a las 12 del día.
Definitivamente, no nos merecemos ésta degradación de algo tan sagrado como lo es la política,
no se vale que ella haya descendido a los niveles que todos vemos: usarla para seguir recibiendo
altos salarios sin hacer nada, como no sea esconderse del pueblo, para que éste, según ellos, les
pudiera reclamar su flojera, y deben estar seguros que ello nunca pasara, debido a que nadie
conoce, quienes son los diputados (a nivel federal, local), senadores que tuvieron la puntada de
reelegirse, sin hacer la más mínima consulta con quienes los vamos a padecer otros seis años.
Ellos alegres, están dispuestos a tirar a la basura más de setenta mil millones de pesos, mientras
no hay lana para comprar mejor armamento a nuestros policías, profesionalizarlos, para organizar
campañas de reforestación, hacer que legue el agua a todos los hogares, mientras ésta se regala a
los extranjeros, crear fuentes de trabajo, lograr mejores salarios, parar la escalada de precios que
sufre desde siempre el pueblo noble mexicano. De regresar los que ya demostraron hacer bien las
cosas, en favor de una minoría que se hincha de dinero, seguiremos viendo en las calles, chamacos
sin la oportunidad de trabajar o estudiar, prostitución de mujeres jóvenes y lo más lastimoso,
observando como algunos adultos, desesperados disfrazan a sus niños, los cubren con vendas para
pedir una moneda, no se vale que los pobres hayan llegado a estos extremos para sobrevivir. (FRR)

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