Un largo puente, es lo que permite la celebración en México de las dos constituciones, que se
escriben en 1857 y 1917, lo que ahí se contempla, prácticamente necesitó de más de un millón de
vidas humanas, de mucho sacrificio, que por los resultados que hoy vemos de nada sirvieron, pues
las cartas magnas son violadas, desobedecidas y, son objeto de incesantes cambios para arruinar
la vida de millones de compatriotas, en beneficio de una ridícula minoría, que le hacen, tan sólo a
la de 1917, más cuatrocientos dejándola completamente irreconocible.
En la Universidad Michoacana nos exigieron leer la de 1857, y uno verdaderamente se asombra
por lo que ahí se contemplaba para beneficio de los más pobres, a quienes se les aseguraba, toda
la posibilidad de recibir una buena enseñanza, había la libertad de conciencia, prensa, opinión,
religión eso por supuesto no agrada a muchos poderosos que la desconocen, dando lugar a una
guerra de tres años. A los niños, los vencidos, no permitieron que fueran a la escuela de gobierno.
Muchos que no comulgaban con las ideas de que por ley hubiera el divorcio, prefirieron perder sus
empleos que tenían en los niveles de gobierno, a jurar respetar los principios, normas y leyes.
Peor nos fue con la de 1917, pues los poderosos le dieron prácticamente la vuelta a la
Constitución, todo lo cambiaron, al grado de que parece que no valió de nada la Revolución. Por
ejemplo, aquello de “Sufragio Efectivo no Reelección”, que llegamos a ver con respeto, veneración
en todos los documentos oficiales se vuelve letra muerta, pues ahora los presidentes municipales,
diputados, senadores pueden reelegirse, lo peor, sin consultar antes a nadie.
La tierra, el subsuelo vuelve a quedar al servicio de los extranjeros, quienes tan sólo en diez
años, sacan la misma cantidad de oro, que logran extraer los españoles durante tres largos siglos.
Igual el petróleo, la electricidad ya en gran parte, la última, se encuentra en manos ajenas. En
Reflejo de Michoacán se menciona que ni las piedras calizas de Playa del Carmen, el viento de
Oaxaca se salvó. Tantito peor la tierra que era propiedad de la nación, de NOSOTROS y NOSOTRAS
se vuelve una vil mercancía.
La Constitución hoy permite lo siguiente: si en algún terreno indígena hay uranio, petróleo, litio
la comunidad en automático lo pierde, pues el gobierno puede expropiarlo por considerarlo de
utilidad pública, para darlo a los extranjeros, por eso la Coalición Fuerza y Corazón por México está
aferrada a ganar la Presidencia por cualquier medio. Para que nunca se haga justicia a los mineros
de Cananea que ya llevan más de quince años de huelga; para que nunca sepamos quien
desaparece a los 43 normalistas de Ayotzinapa y, sobre todo para que los hijos de los más pobres
puedan ser médicos, ingenieros, licenciados pues mañosamente los priistas, panistas, perredistas
desde antes del 2018 cambiaron el Artículo Tercero donde escriben: “El gobierno “fomentará” la
educación desde prescolar hasta la universidad”. Y no se diga en los sindicatos, que ya ni hay, los
derechos laborales ni por equivocación se cumplen, adiós a las plazas de base, a los aguinaldos,
atención médica, vacaciones, vivienda que no se logran porque ahora los contratos se dan por tres
meses, violando el principio constitucional de tener una seguridad laboral después de los 6 meses
¿algo que festejar éste cinco de febrero?. (RRF)