Adén Castro
Cuando vemos a un grupito de chamacas y muchachos, en las horas en que deberían estar en su
casa, escuela o algún quehacer, es porque no tienen a nadie que se preocupe verdaderamente por
ellos, prefieren los adultos el que no les molestemos, a cambio de permitirnos beber 4lc0h0l o
llegarle a la H13rb4.
La sociedad no debería de molestarse por nuestro actuar, más bien interesarse por denunciar,
como la escuela, sociedad, la iglesia y eso que llaman gobierno, sus policías que nomás nos
golpean, nos tienen en el más triste de los olvidos, ya sea en las calles, colonias, pueblos,
comunidades, ciudades. Donde nadie nos pregunta el porque nos intoxicamos con th1ner, cr4ck u
otras drogas; porque el alcohol, el cigarro como drogas, el mismo café, goza de una tolerancia.
Los loqueros o psicólogos, lo saben muy bien, quienes estamos siempre en la calle, es porqué
nunca hemos tenido la más mínima muestra de atención, respeto, cariño. En la casa sólo hay
regaños, golpes, insultos. En la escuela, ninguna motivación, pues muchas veces quienes dicen ser
maestros, maestras necesitan más atención que muchos de nosotros. Muchos profes vienen a
asustarnos con sus bárbaros métodos dizque de enseñanza, todo el tiempo nomás se la pasan
revisando apuntes que copiamos de libros, como si copiar hiciera posible el que automáticamente
se nos quedara todo en la cabeza.
La maestra de física se burló de mí, cuando le pregunté que me dijera que es una ley, se puso
roja, no sé si porque nos sabía o de coraje, total, que como respuesta me largo, por faltarle el
respeto, tres días de su clase. Los maestros, luego luego, se ve que como que no saben nada,
tratan de imponerse mediante el miedo, usando la reprobación a diestra y siniestra. Por eso todos
los que terminan la secundaria, prepa sólo quieren ser licenciados porque ahí no se ven las odiosas
matemáticas, física, inglés, que nadie entiende o nos hacen más bolas.
O los adultos no saben o se hacen tarugos, pues todos sabemos que las drogas son un negocio,
promovidos por ellos mismos. ¿Cuánta lana no se mueve en los Estados Unidos por las drogas?
¿Cuánto no se llevan los policías gringos, que nomás simulan que verdaderamente combaten la
entrada del fenta, la cocaína y otras drogas, que los pobres, ni conocemos?. Cómo vamos a estar
en la casa, si cuando llega mi jefe nomás hace sentirme mal, reclamando las materias reprobadas y
diciéndome que nomás sirvo para andar de vago y tragar.

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