Lo siguiente no se cobró. Perdona en impuestos a las siguientes firmas: Sabritas (dos mil treinta y
dos millones de pesos); Conservas La Costeña (1,119 millones); Grupo Televisa (20, 488 millones);
Grupo Palacio de Hierro (1,098 millones); Cemex (Cementos Mexicanos: 12, 775 millones); Grupo
Comercial Chedraui (1,191 millones); Grupo Carso (Carlos Slim 10,292 millones); Grupo Ford
(1,080 millones); Controladora Comercial Mexicana (1,229 millones); Arcelormittal (Antes
SICARTSA 1,539 millones); General Motors (6,230 millones); Grupo Lala (el de las vacas contentas
3,813 millones); Volkswagen (4,058 millones); Grupo Bancomer (5,279 millones); Chocolates Turín
(1,421 millones); HSBC (2,302 millones).
Como es difícil poner a otras empresas, para sumar 58, diremos que en conjunto Felipe Calderón
Hinojosa y Enrique Peña Nieto les perdonaron: 366 mil millones de pesos. El importante dato no lo
brinda Fabiola Martínez. Ello explica la furiosa propaganda que se está difundiendo por todos
lados, para impedir que Morena vuelva a repetir en la Presidencia, propaganda negra, como en
Michoacán, donde a página entera, en el más grande diario comercial del Estado se asegura, el 28
de febrero, con letras grandes, que las vacunas contra el COVID-19 son culpables de la aparición
de cáncer en personas, problemas del corazón y la pérdida de anticuerpos.
Desde que entra el actual Presidente en el 2018, se dijo que era lo peor que había podido pasarle
al país, que nos llevaría al comunismo, que acabaría con la democracia, con los altos salarios que
cobra cada mes la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: setecientos mil pesos.
Como ella hay dos mil quinientas cincuenta personas que, en el Gobierno, en dependencias
inútiles creadas por los anteriores presidentes señalados, ganan más que Andrés Manuel López
Obrador; mientras la gente, desesperada por la falta de empleo, alza de precios en todo debe
ponerse en la calle, para vender lo que sea. No se vale que Xóchitl con dinero nuestro haya ido a
Nueva York, cargando con todo y bicicleta, entreteniéndose en pegar chicles por donde quiera,
riéndose como chiquilla, por su chistosa ocurrencia que le desconocíamos. (RRF)

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