Durante 500 años, la nación mexicana, ha padecido el robo, nos ha dañado una minoría,
descastada, gustosa de continuar todos los días, destruyendo todo lo que existe. Asombrados,
quizás, porque en ese largo tiempo no han podido acabarse todo, contentos porque siempre han
tenido a una inmensa mayoría sumida en la miseria, de la cual se burlan, pues dicen que así
estamos, porque no hemos sido capaces de aprovechar la llamada globalización, la vinculación con
un mercado mundial, que estamos así, porque somos flojos y nada emprendedores.
Lo anterior ya empieza a pasarnos a NOSOTROS y, no a ellos la factura, más de la mitad del
territorio hoy se encuentra sumido en la sequía. Sabedores de que se acerca un fin catastrófico,
vendieron refresqueras, cervecerías, tequilerías, concesionaron el servicio de agua potable a
empresas de España, por ejemplo, en Jalisco y Yucatán. El alumbrado público en varias ciudades.
Desde hace 500 años hemos sido proveedores de materias primas, pues esa minoría dice que eso
es lo único que puede hacer la nación. Vendemos naranjas a EUA y, después, las industrias yanquis
nos las regresan en forma de jugos líquidos o en polvo. Vendemos madera, y ello ha provocado
que desconozcamos lo que la misma nos podría brindar, ya trabajada: libretas, aguarrás, muebles,
materiales para construcción y hacer casas.
Fox ordena, al igual que José López Portillo, Salinas de Gortari que exportemos petróleo sin
procesar, más de dos millones de barriles diarios a Estados Unidos, pues esa era la garantía, la
exigencia para que nos prestaran dinero. Llegan al grado, de modificar la Constitución, asegurando
que la industrialización del oro negro no era necesaria, como la madera, por eso ya México no
produce fertilizantes, pinturas, plásticos, calzado, ropa, chapopote, asfalto para hacer carreteras.
Por eso a la minoría no le importa apoyar a las universidades, tecnológicos, para que nunca
tengamos más oceanógrafos, ingenieros de minas, nucleares. Que exista tecnología propia,
investigación, para ya no seguir dependiendo de patentes mundiales. De llegar Xóchitl a la
Presidencia, ella seguramente dará el puntillazo final a México. Afortunadamente la prensa, radio,
televisión ha recogido sus palabras: “Llamaré otra vez a los extranjeros para que aprovechen el
sector energético, de salud, educación”. “Quitaré los estímulos a los viejos y viejas”. “Destruiré las
refinerías, a Pemex que nomás sirven para contaminar”.
Sus desatinos, le han llevado a expresar: “El actual Presidente, hasta ha privatizado el sector
privado”. Al PRI, a Biden no le importa la suerte de más de sesenta millones de pobres. De ahí que
el exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira surgido del tricolor. El embajador gringo, se
desdijeron cuando sus patrones les llamaron la atención, después de haber declarado el que era
justo que CFE, Pemex estuvieran nuevamente, EN SU TOTALIDAD, en manos mexicanas.
México, con el papel que desempeña, ha impedido que los alimentos en el planeta sean caros,
pues por ejemplo un kilo de aguacate, mínimo costaría quinientos pesos. Una Pecsi sesenta pesos.
No lo valen porque el agua que llevan es gratis. Tanto han abusado de ella, que el agua se saca de
una mayor profundidad, agua que contiene fluor, esa substancia provoca cáncer de hígado, entre
otros muchos tipos del mismo. Tanta riqueza, abuso, que aprovechan empresas mineras, les ha
llevado a decir: “Si no nos dejan seguir robándolos, nos vamos con nuestra maquinaria, fierros a

otras partes del mundo”. Esas empresas se consideran más importantes que la agricultura, pesca,
silvicultura. (RRF)

Compartir: