Alejandro Martínez Castañeda
Sin duda, el turismo es una fuente vital de ingresos para muchos países, particularmente México,
sin embargo, esta actividad se realiza en muchas ocasiones perjudicando el medio ambiente y a las
comunidades locales. “El turismo de masa es una amenaza para la biodiversidad, deteriora
ecosistemas y causa violaciones de los derechos de los trabajadores, de las minorías y de las
comunidades locales. Grandes grupos económicos, y no la población local, se quedan con las
ganancias”, advierten estudiosos de tema.
De acuerdo con un artículo del ambientólogo, Germán Portillo, publicado en:
https://www.ecologiaverde.com/, “como tendencia alternativa a otros tipos de turismo
tradicional, el turismo solidario es un tipo de turismo sostenible que busca no sólo el disfrute
personal del viajero, sino también la mejora del ecosistema y de las comunidades humanas que
viven y trabajan en ese lugar. Se le conoce por otros nombres como turismo sostenible, turismo
verde, ecoturismo… Todos estos significados simplemente cumplen con la verdadera esencia de
un fenómeno social que cada vez gana más adeptos: la práctica de un turismo no masificado,
responsable y ecológico tanto del presente como del futuro”.
El turismo solidario es una forma de viajar que busca generar un impacto positivo en las
comunidades locales y en el entorno, al mismo tiempo que brinda experiencias significativas a los
viajeros. En lugar de centrarse únicamente en la satisfacción personal, el turismo solidario se
enfoca en promover el desarrollo sostenible y la solidaridad con las poblaciones y lugares que se
visitan.
La base del turismo solidario es la colaboración y el respeto mutuo. Los viajeros que eligen esta
modalidad buscan interactuar de manera auténtica con las personas locales, comprender sus
culturas y contribuir al bienestar de las comunidades. Esto puede manifestarse a través de diversas
acciones, como la compra de productos locales, la participación en proyectos de voluntariado, o el
apoyo a iniciativas que promuevan la preservación del entorno natural.
El turismo solidario se aleja de las prácticas turísticas masivas y el consumismo desenfrenado,
fomentando un enfoque más ético y consciente. Los viajeros se esfuerzan por minimizar su
impacto ambiental, respetar las costumbres y tradiciones locales, y beneficiar económicamente a
las comunidades que visitan. Esto puede incluir el alojamiento en hoteles gestionados por locales,
la compra de productos artesanales o la participación en proyectos de desarrollo comunitario.
El citado investigador resalta los beneficios del turismo solidario:
Empoderamiento de las comunidades locales: el turismo solidario puede empoderar a las
comunidades locales al proporcionarles oportunidades económicas y ayudarles a
conservar y promover su patrimonio cultural y natural.
Intercambio cultural: los viajeros tienen la oportunidad de experimentar y aprender de
primera mano sobre las culturas locales, lo que fomenta la comprensión mutua y la
apreciación de la diversidad cultural.
Preservación del patrimonio cultural: el turismo solidario puede contribuir a la
preservación de tradiciones culturales y a la protección del patrimonio histórico. Las
comunidades locales a menudo valoran y conservan sus tradiciones cuando ven que son
apreciadas por los visitantes.
Fomento de la responsabilidad ambiental: al promover prácticas de viaje sostenibles, el
turismo solidario ayuda a reducir el impacto ambiental negativo del turismo, como la
contaminación y la degradación de los ecosistemas.
Creación de empleo: el turismo solidario puede generar empleo en áreas donde las
oportunidades laborales son limitadas.
Desarrollo económico sostenible: al impulsar el desarrollo económico en comunidades
locales, el turismo solidario contribuye a la creación de una base económica más sólida y
diversificada, lo que disminuye la dependencia de actividades económicas perjudiciales
para el medio ambiente.
Concienciación y educación: los viajeros que participan en el turismo solidario a menudo
regresan a sus lugares de origen con una mayor conciencia de los desafíos globales, la
importancia de la sostenibilidad y una comprensión más profunda de las realidades de las
comunidades locales.
Fomento del turismo responsable: el turismo solidario sirve como modelo y fuente de
inspiración para otros viajeros, promoviendo prácticas de viaje más responsables y éticas
en la industria turística en general.