Ya es la cuarta ocasión en que el digno pueblo, se pronuncia por poner un hasta aquí, a toda una
situación que le afectaba. Sería irresponsable, no seguir en lo que se deja iniciado a partir del
2018, la recuperación del país no para quienes todavía disfrutamos de muchas cosas, beneficios
que ya no están en el horizonte de los jóvenes de hoy, quienes ni siquiera tienen acceso a un mal
trabajo, sin ninguna prestación, mucho menos a pensar en estudiar a alguna universidad pública,
donde cada año se rechaza a más de 600 mil chamacos que sueñan con ser doctores, al no tener
ese derecho, quienes pueden, se inscriben en alguna privada, pagando millón y medio de pesos.
Por muchas adversidades, como el Covid-19, el robo de gasolina, la violencia no se pudieron
hacer grandes transformaciones, cuando hubo en 2018 una oportunidad de oro, para actuar
legalmente, desde el Congreso de la Unión, Congresos Locales para declarar nuevamente el agua
como un derecho. Recuperar la industria petrolera, eléctrica, cuando se desea hacerlo, ya no se
tuvieron los votos necesarios. Ahora sí se pueden hacer grandes transformaciones, es posible
integrar el número necesario de diputados, senadores para realizar contrareformas que nos
beneficien.
Inteligentemente, quienes descubren la manera de seguir dominando, por medio de la
Constitución, la cambian 400 veces, para beneficiar, amparar a gente extranjera, que tienen en sus
manos la industria petroquímica, el comercio, eso ocurre con los ferrocarriles, que los cede un mal
gobernante, que permite que éstos, legalmente, los aprovechen particulares durante cien años. El
nuevo gobierno tiene la preciosa oportunidad de que el sector salud, ofrezca sin costo alguno
electrocardiogramas, estudios clínicos, medicinas, acceso a inmediato al quirófano y, sobre todo
contratar, con todas las de la ley, a médicos, enfermeras. (RF)