María Lupita R. Rosas
No sólo contra el poder judicial hay irritación en México, por parte de la sociedad, también contra
el poder legislativo, donde los diputados locales, federales y los senadores, se han distinguido por
afectar a la gente, sumisamente, han obedecido todas las órdenes que les han dado los
expresidentes desde 1982.
Por eso para las elecciones del 2 de junio pasado, se la pasaron calladitos, prácticamente ni
hicieron campañas para estar en el Congreso de la Unión o Senado, muchos aprovechan el ser
desconocidos, para tramposamente volver a reelegirse, sin que nadie se diera cuenta. Toda la
chamba se las hacen l@s presidenciales.
Ya en el momento de votar, uno se fue tachando no nombres, sino los símbolos de los partidos.
Otros, sabiendo cómo se dieron las nominaciones, cruzan toda la boleta. Hoy se quejan varios
comentaristas, periodistas por la enorme deuda que tiene México, pero nunca se ha reconocido el
importante papel que tiene el Congreso de la Unión, que desde siempre han aceptado, dado
permiso para endeudarnos a lo tonto. Firman, para pedir dinero, con el cual se pagan solo los
intereses; nada de promover el desarrollo, la industria, el campo, la educación.
La gente ya sabe su real papel, de ser floreros solamente, sin decidir gran cosa. Por eso antes de
que finalizara el trágico 2014, más de cinco mil estudiantes, ferrocarrileros, amas de casa, deudos
de los 49 niños que mueren en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, toman el Congreso Local
para decir: “Hoy sesiona el pueblo. Desde esta tribuna nos solidarizamos con los papás de
Ayotzinapa, compartimos su dolor, exigimos justicia”.
También en la Ciudad de México en ese mismo año, los padres, madres de los 43 desaparecidos
de Ayotzinapa, toman el Senado, quienes dicen “trabajar” ahí, no daban crédito de que quienes
buscan a sus chamacos, les llaman cómplices del Estado, les exigen cumplir con su papel de
atender los problemas que durante las campañas se comprometen a solucionar. Increíble, hoy en
este 2024 se menciona que Margarita Zavala esposa de Felipe Calderón Hinojosa, vuelve a repetir
como diputada federal, gracias a una plurinominal que le regala Marko Cortés del PAN, porque
quizás la señora, no tiene ni para comprar el mandado .

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