No fue desde hoy, por lo menos la situación de nuestro entorno natural, se ha venido
denunciando desde hace más de treinta años, la propia gente de Janitzio, llega a decir que no
deseaban que lloviera, pues al lago llegarían grandes cantidades de tierra, por el arrastre de la
corriente, el fenómeno no era tan natural, sino fruto de una tala desmedida, ya es aceptado por la
humanidad, de que en el actual desastre ecológico tiene mucho que ver la actitud complaciente,
de quienes dicen gobernar.
Fue en vano decir en este espacio, de que, porque en vez de tirar cien mil millones de pesos a la
basura, por la campaña presidencial, se usara parte del mismo, para empezar a curar el enorme
daño que se ve en los bosques, cerros y sobre todo en la falta de agua. Como siempre, las enormes
cantidades de precipitación pluvial se ira al subsuelo, al mar por la falta de un proyecto para
acapararla dando la oportunidad para los trabajos agropecuarios.
Después de la mitad del pasado siglo veinte, en Tabasco durante treinta se daña a la selva, a los
bosques afectando, desapareciendo un millón de hectáreas, dañando el ciclo natural de las lluvias
anuales y, eso, la tala, cambio de uso de suelos, diariamente ocurre en todo México. Hoy
debemos, para disponer de agua, esperar los ciclones. Los mismos aguacateros de Uruapan a nivel
nacional difunden que llevan dos años, sin el preciado líquido.
Gracias a que se atiende una inconformidad de la región lacustre, donde además se anuncia el
compromiso de hacer TOD@S, algo para que ya no hubiera el deterioro visible. Empiezan a
dragarse los muelles de San Pedrito y Principal, que permite el destape de veneros. Desde el
gobierno estatal se anuncia, desde hace meses, el sembrar cinco millones de árboles, sin
especificarse dónde. Bombardear las nubes con yoduro de plata. Impedir el que se siga saqueando
el agua del lago en Pátzcuaro, Erongarícuaro y Quiroga.
Aunque el “hubiera”, no existe, es soñar por supuesto, gastado los cien mil millones de pesos del
proceso electoral, para hacer posible el que todas las plantas tratadoras de aguas negras
funcionaran en el país, otro sería el panorama en los ríos, lagos que es donde llegan todas las
aguas contaminadas. Queremos recalcar que la gente es ignorada, pues está deseosa de participar
con algo para parar el desastre ambiental, así en Pátzcuaro se hace caso para ya no usar bolsas de
plástico; hoy en Reflejo, alguien menciona que ya no tiráramos tanta basura, que diéramos un
nuevo uso al agua que ocupamos para lavar la ropa o trastes, eso ya muchos lo hacen.
Si se leen con atención, los sencillos trabajos que hicimos, para cobrar conciencia, nosotros
mismos, sobre la situación, se verá que nunca actuamos de mala fe. Por ejemplo, no nos opusimos
a que se sembrara aguacate, expresamos que ya debería haber un alto, organizar todo, porque
muchos lo sembramos por envidia al ver como a otros les iba muy bien. Nos duele la situación que
viven los que venden oro verde, mangos a los Estados Unidos pues por segunda ocasión se les
cierra la puerta a ese importante mercado. (FR)

Compartir: