Fidel R. Ramos
Cuando terminan los gobernadores su gobierno, tienen el derecho de nombrar a quienes ellos
quieran como notarios. Igual pasa en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el
Presidente propone a los ministros y sumisamente el Congreso de la Unión, el Senado los justifica.
Los ministros mensualmente, durante quince años, ganan más que el Presidente de la República,
al jubilarse después de cumplir la mitad trabajando y, no como cualquiera que lo hace después de
laborar el doble, siguen ganando la misma cantidad hasta fallecer. No sabemos de qué otros lujos
disfrutan, porque todo se ha mantenido en secreto. Hay abusos, porque hasta dinero se destina
cada año, para jardines en la Corte, lo malo es que ahí no hay. Risa causa, el que hasta dinero
piden para comprar ollas o para la lavandería.
Pero no están de gratis, en los períodos de Vicente Fox y Calderón, idearon el cómo zafar a los
patrones de su obligación de destinar recursos, dinero para que los trabajadores a su servicio
pudieran jubilarse con una cantidad digna. Para ello anunciaron que el ISSSTE desaparecería, todos
los trabajadores se movilizaron, se protegieron, con más de dos millones de amparos que llevaron
a la Corte, ésta falla en contra, después del 2010, el ISSSTE el IMSS ya no aseguraría a los
trabajadores, sino lo harán las llamadas AFORES donde cada persona, semanal, quincenal
depositara dinero para recibir después en su retiro, la tercera parte de lo que ganaba como activo.
El colmo, robo no conoce límites, pues hasta los niños pueden tener ya su AFORCITA.
Eso lo denuncia Obrador y, anuncia que el Estado no podía aceptar eso, su gobierno buscaría la
manera de dar dinero para que la jubilación fuera del cien por ciento. Como para no creer, el PAN,
PRI y PRD dijeron que Obrador se quedaría con el dinero de todas las jubilaciones, quien grita
como trastornado, denunciando ese supuesto robo es el panista Germán Martínez Cazares.
Sólo en México puede pasar, a los dueños particulares de las AFORES se les ha entregado ¡seis
billones de pesos!, para que los manejen a su entero gusto, sin tener ninguna responsabilidad en
el caso que los pierdan por malas inversiones, las ganancias son para los dueños de las AFORES, las
pérdidas para los trabajadores.