Sorprendido quedé cuando una niña de secundaria me dijo que las tortas se las daban a treinta y
cinco pesos, más un refresco o agua, diez o quince pesos, mínimo. Muy aparte es la inscripción
forzosa, ilegal, anticonstitucional, los directores escabullen el bulto, diciendo que esa es por
voluntad de la mesa directiva para ayudar a la escuela.
Aparte se encuentran las libretas, una para cada materia, colores (una digna caja de ellos más de
trescientos pesos), marcador de textos, lapicero, goma, lápiz, juego de geometría donde sólo se
usa la regla, mochila y una ocurrencia que lleva años, los libros de apoyo como el Gader. Otras
cosas como diccionario, mapas, biografías, cartulinas, papel bond, marcadores. Además de lo que
se pide en cada taller, madera, hojas, tijeras.
Vienen los uniformes, oficial, deportivo, tenis y si le toca la mala suerte de vivir lejos de la
escuela, veinte, cuarenta pesos de pasaje. Pero eso no es todo, a los papás se les pide que hagan
kermeses, rifas. Dinero para festejar a los maestros el 15 de mayo. Me dicen que en el kínder está
peor la pedidera de materiales, como si los pequeños fueran hacer un doctorado.
La verdad las escuelas no se ponen en los zapatos de los papás, que tienen bajos salarios, pues
cuanto puede ganar una mamá vendiendo churros, gelatinas, agua fresca en la calle. Aunque
discrepemos con el actual gobierno federal, más de la mitad de la población se encuentra en la
pobreza, para rematar ya todos los chamacos quieren su celular, su compu, salir de vacaciones.
Tantito peor ahora sale una nueva plaga, el ir a hacer tareas en el ciber, pagar la máquina, el
internet, las copias.
Es curioso como los maestros en sus marchas gritan: “! educación gratuita lo que el pueblo
necesita!”, en ello no hay una coherencia entre lo que se clama y lo que es la realidad, la escuela
nunca ha sido gratuita, formalmente si lo es, pero son palabras huecas en el Artículo Tercero
Constitucional, un engaño y nadie se atreve a reclamar esto que raya en la demagogia. Una señora
me dijo que protestó por tanto gasto y, lo único que gana fue que se agarraran a su hijo “de
bajada”. (RRF)

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