Alejandro Martínez Castañeda

Las iniciativas de desarrollo local y el modelo de la Economía Social y Solidaria (ESS)
forman parte de un proceso que busca el desarrollo económico y social de las localidades,
cristalizado en el mejoramiento del bienestar social y en detener la degradación del medio
ambiente, hoy más que nunca en peligro por el embate del modelo depredador del
capitalismo.

El desarrollo local adquiere cada día una mayor importancia para concretar
trasformaciones sociales de fondo. Su objetivo principal es promover una mejor calidad de
vida, principalmente de aquellas poblaciones que históricamente han sido excluidas del
sistema capitalista.

En ese sentido, es vital articular las bases de las estrategias locales y la ESS como
fundamento para alcanzar el desarrollo, especialmente en los países latinoamericanos que
presentan graves problemas de productividad, competitividad, desempleo, ingresos,
economía informal, inseguridad y pobreza.

Diferentes voces coinciden en destacar que tanto el desarrollo local como la ESS
convergen en el objetivo de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la
población, lo cual se fundamenta en el caso de las iniciativas locales, a través de la
transformación estructural de las diversas dimensiones del territorio como parte del
desarrollo y, precisamente dentro de este proceso, las organizaciones de la ESS tienen un
papel trascendental pues contribuyen con la transformación de los sistemas de
producción local y la conformación de redes empresariales, entre otros aspectos.

“Así, mientras la economía solidaria se enfatiza en las bases del cooperativismo y
asociativismo para la creación de organizaciones que desarrollan actividades productivas,
orientadas al alcance de objetivos que trascienden los aspectos económicos, a fin de
incorporar una dimensión social en lo que respecta al trabajo, distribución de excedentes,
participación en la toma de decisiones y satisfacción de necesidades; el desarrollo local, se

gesta en un territorio determinado con el fin de promover la transformación de la
estructura productiva, a partir del aprovechamiento de los recursos locales como
potencial de desarrollo” (https://www.redalyc.org/journal/4655/465552407006/html/)

Entre las contribuciones de la ESS al desarrollo local destacan:

 Se fomenta un replanteamiento en los mecanismos tradicionales de intervención
del Estado en la economía, a través de las políticas de desarrollo, pues éstas se
comienzan a formular e instrumentar por medio de proyectos integrales que
articulan las diversas dimensiones de las iniciativas locales, de acuerdo con los
principios que sustentan la economía solidaria, como la solidaridad, justicia social,
organización social del trabajo, entre otros.
 Se promueve el desarrollo a través de políticas integrales, cuya instrumentación
exige una acción coordinada entre los diversos actores que participan en las
intervenciones para promover el desarrollo (sector público, organizaciones no
gubernamentales, comunidad organizada); para así, alcanzar con criterios de
eficiencia y eficacia los objetivos propuestos con la política, los cuales deben ser
socialmente compartidos por los miembros de la sociedad.
 Se enfatiza en la renovación de las instituciones promotoras del desarrollo, a
través de la inclusión de mecanismos que implican la participación ciudadana en la
toma de decisiones relacionadas con el proceso, lo cual se promueve en los
distintos ámbitos como la educación, salud, concejos vecinales, etc.
 Se promueve la adopción de una visión sistémica y multidimensional del
desarrollo, a partir de la cual los actores que participan en el diseño e
instrumentación de la estrategia pueden captar la complejidad del proceso, la
problemática existente, las articulaciones entre las distintas dimensiones del
proceso, las especificidades del territorio, así como las oportunidades y el
potencial disponible para encaminar el desarrollo con criterios de participación
social y solidaridad.

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