Se cree que el Congreso de la Unión, es un sitio sagrado, la casa del pueblo, donde se supone
están gentes de talento, educadas, respetuosas de las leyes y, uno se pregunta, ¿de qué sirve que
en la pared esté escrito: “La Patria es Primero”?, cuando observamos el juvenil comportamiento
peleonero,, de Alejandro Moreno, máximo representante de un PRI, que por sus pistolas, sin
considerar a nadie de los militantes, se agandalla de la secretaría general, mientras, sumisamente,
las bases aceptan ese abuso, golpe a su dignidad.
Alejandro Moreno, para sus cuatachos,“Alito”, acaba de presentarnos un show bochornoso, pues
subió a la máxima tribuna del pueblo de México para gritar y tratar de manotear al presidente del
Congreso, el morenista Fernando Noroña. Muy valentón, Moreno ha descendido hasta la misma
grosería, pues le dice al excandidato presidencial de Movimiento Ciudadano: “Si te faltan de estos
yo te los presto, pues tengo de sobra”. Increíble a quien le dice eso, hoy come con él en el mismo
plato.
No sabemos en qué se ha convertido el dichoso Congreso, pues ahí se han realizado
“piyamadas”, organizadas por el PRI, PAN y PRD. En ese mismo lugar, una excandidata presidencial
llega metida en una botarga de dinosaurio y, por si fuera poco, se hace encadenar en su cómodo
trono o curul. Para desfiguros no ganamos, tenemos a acólitos de Baco, mujeriegos, y hasta las
diputadas, senadoras se han contagiado del pésimo actuar de quienes se han dedicado a denigrar
más nuestra pobre política mexicana. Peor aún, por sus pleitos, leperadas, tonterías les pagamos,
con salarios que ni de chiste gana, la cajera de alguna tienda de coveniencia, un albañil, profesor o
de alguien que vende churros, paletas, algodones en la calle, pues a una dizque diputada federal
fácil LE PAGAMOS cada quincena más de setenta, ochenta mil pesos, mientras millones ganan dos
mil quinientos o tres mil pesos. Pobres de nosotros con éstos “servidores” públicos, indignos.
(Fidel R. Ramos)

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