Alejandro Martínez Castañeda
La Educación Financiera (EF) es el conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas, para
comprender mejor los conceptos, productos y servicios financieros con la correcta administración
de los recursos para tomar decisiones informadas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) refiere que “La educación
financiera es el proceso mediante el cual los individuos adquieren una mejor comprensión de los
conceptos y productos financieros y desarrollan las habilidades necesarias para tomar decisiones
informadas, evaluar riesgos y oportunidades financieras, y mejorar su bienestar”.
De este modo, la EF es un proceso de desarrollo de habilidades y actitudes que, mediante la
asimilación de información comprensible y herramientas básicas de administración de recursos y
planeación, permiten a los individuos: a) tomar decisiones personales y sociales de carácter
económico en su vida cotidiana, y b) utilizar productos y servicios financieros para mejorar su
calidad de vida bajo condiciones de certeza.
La finalidad de la EF es tomar decisiones informadas con relación a los productos y servicios que
ofrecen las instituciones financieras, en beneficio de las personas. De manera personal, el buen
manejo de las finanzas, impacta positivamente en la calidad de vida y en la de su familia. De
manera social incrementa el desarrollo económico a través del manejo financiero responsable.
En México, despertar el interés por la EF es una tarea urgente y necesaria. Sobre todo, porque hay
grandes lagunas en los conocimientos financieros de la sociedad en general. Lo anterior, tiene una
serie de consecuencias adversas para las personas, como el endeudamiento excesivo, la falta de
ahorro para el futuro, el uso improductivo de las remesas y la poca claridad sobre los beneficios
que ofrece la inversión en actividades productivas, la adquisición de activos, o la educación de los
hijos, advierte la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (Condusef).
Del mismo modo, la falta de información, aunada a la escasa penetración del sistema financiero,
fomentan el uso de servicios financieros informales (tandas, ahorro bajo el colchón, ahorro en
animales, solicitud de crédito a prestamistas), con frecuencia desventajosos y a costos elevados.
También, el número y la complejidad de los productos financieros han aumentado notablemente
en años recientes, lo que dificulta que las personas tomen decisiones informadas que sirvan a sus
propósitos.
Expertos en el tema advierten que, en la edad adulta, la EF se vuelve aún más vital. A medida que
las responsabilidades financieras aumentan, es necesario comprender aspectos más complejos,
como la inversión, el seguro, la planificación para la jubilación y la gestión de riesgos. La falta de EF
puede llevar a decisiones perjudiciales y situaciones de estrés económico.
Diferentes entidades financieras ofrecen diplomados y cursos en dicha materia, por ejemplo la
Condusef tiene el “Diplomado en Educación Financiera” en línea, el cual está estructurado en tres
módulos con sus respectivas evaluaciones y ejercicios de reforzamiento, con el objetivo general de
“que el público interesado adquiera conocimientos y competencias para el mejor
aprovechamiento de los servicios y productos financieros, que fortalezcan sus capacidades en el
manejo del dinero, coadyuvando con ello a su bienestar y el de su familia”.
Fuente: https://www.condusef.gob.mx/