Hace sesenta años, había en Pátzcuaro un corredor de fuentes de agua, desde la Vuelta de los
Reyes hasta el embarcadero principal en la Estación, una a una se fueron clausurando, la última se
cierra hace un año, se encontraba situada frente al Guani.
A pesar de ello, las gentes con llaves Stilson abrían los grifos, al gobierno municipal no le queda
de otra que demolerlas. En un poco a poco, el vital líquido se vuelve ya no un recurso público sino
privado, en Uruapan para que lo aprovechara una embotelladora mundial, por lo que no dejan
otra opción a la sociedad que es beber sus productos. Se impone la cultura de que es mil veces
mejor tomar esas sustancias, que causan diabetes, ataques al corazón.
Hay una entrega del agua, a raíz del Tratado Comercial México Estados Unidos Canadá (TMEC),
eso fue el puntillazo final, por ley, el cristalino líquido sería para empresas mineras Canadienses y
norteamericanos, para sus empresas cerveceras establecidas en Zacatecas. Para la empresa
Danone de Suiza en Puebla. Para SICARTSA, o en Morelia para CEPAMISA.
Apenas con bombo y platillo se firma entre el gobierno federal y gobernadores, nuestro derecho
al agua. Los senadores, diputados a pesar de tener un acuerdo para ello, nunca en más de diez
años, tuvieron tiempo para declarar válido ese derecho social. Probablemente Pátzcuaro, una
parte de su población se encuentra en los 35 millones de personas que no la recibe en su casa.
Ochenta por ciento de los municipios padecen sequía. Salinas, Fox, Zedillo, Calderón, Peña Nieto
regalaron cientos de miles de concesiones para que a su gusto la usaran, el problema fue tan
grande que ni siquiera Obrador puede resolverlo. Hasta a un banco, el BVA llega a tener su
permiso para explotarla. (FR)