En el año 2020, el Santo Padre de la iglesia católica, el Papa Francisco, acertadamente mencionó
que los problemas de México, para empezar a ser resueltos, necesitaban de la participación de
todos los habitantes y, en efecto así es, pues los problemas que agudiza el cambio climático,
pueden causar menos daños, contando con una organización de todos, así se ha demostrado en
Pátzcuaro, donde cientos de personas el año pasado hicieron suya la reforestación.
Sin embargo, las fuerzas políticas lo que menos desean es de que haya un involucramiento de
todos, las autoridades, por capricho muchas veces, para que no les roben cámara, andan solitos
tratando de resolver la violencia, buscando que Trump deje de agredirnos. Un clamor nacional, el
tener acceso al agua, no lo han querido resolver desde el 2012, todos los integrantes del Congreso
de la Unión, los senadores porque temen la respuesta de quienes hoy la aprovechan
gratuitamente, no quieren quedar mal con las compañías multinacionales que venden refrescos
oscuros, cerveza, con quienes siembran oro verde, frutos rojos.
No necesitan a la gente los partidos políticos, porque desean sólo para ellos las últimas boronas
de riqueza, que milagrosamente han quedado aún, por eso ser parte en alguno de los niveles de
gobierno es asegurar para ellos y los suyos el incierto futuro. No les preocupa organizar a la gente,
pues apuestan en cada proceso electoral, a populares figuras en el deporte, espectáculos. A los
chapulines que brincan de partido en partido, pues, al fin y al cabo, ya todos comparten el mismo
fin, el mismo objetivo, ya nada los diferencia, da lo mismo votar por cualquiera de ellos. (RRF)

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